20 de febrero de 2010

Invictus, la película

“Invictus” es el nombre de la película recién estrenada que se centra en la notable historia de la Copa Mundial de Rugby de 1995. “Invictus”, cuyo significado es invencible, encapsula a Nelson Mandela como una persona encarcelada durante 27 años en Robin Island, intentando liderar a Sudáfrica en una edad histórica donde el apartheid fue desmontado. “Invictus” también incorpora al equipo de rugby “Springbok” que ganó la Copa Mundial en 1995. Ellos rechazaron ser conquistados por los opositores quienes amenazaban su gran objetivo: ganar la Copa Mundial como un equipo multirracial, uniendo a Sudáfrica. Su lema era: “Un equipo, un país, una misión”.

El peligro con los grandes momentos de la historia consiste en que uno puede idealizarlos y perderse las lecciones que deberíamos aprender. La realidad que sostiene los acontecimientos de la Copa Mundial de 1995 consiste en que hay algo que casi conquistó la nación invencible de Sudáfrica - el racismo. El racismo tenía a Sudáfrica en sus manos durante décadas, no dejando ver la verdad fundamental de que Dios ha creado a todas las personas con igual dignidad, sin importar el credo, el color, la clase social o su capacidad.

Desde luego que todavía existe el racismo en Sudáfrica, como en cualquier sociedad, tristemente debido a la naturaleza y el predominio del pecado allí. ¿Qué produjo ganar la Copa Mundial de Rugby que cambió el status quo? Nelson Mandela escribió: “El deporte tiene el poder de cambiar el mundo, el poder de inspirar, el poder de unir a la gente en un mismo camino que pocos pueden, el deporte tiene el poder de crear la esperanza siendo esto un instrumento para la paz”. El deporte dio algo mayor a la gente de lo que ellos esperaban en 1995, algo aún mayor que sus diferencias firmemente enraizadas, unió lo más dividido de la nación.

Existe una realidad, y es que aunque el deporte tiene un poder considerable, no puede ser el salvador de sociedades e individuos. Tristemente, el deporte puede traer división como unión. La lección que nosotros deberíamos aprender a partir de 1995 es que la unidad logró conquistar un sueño mas allá de toda diferencia humana que pueda dividirlos. La Biblia enseña esto: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Jesucristo es más grande que cualquier ideología terrenal, es Él quien une a las personas sin importar sus diferencias.
Por: Iván Salazar
Fuentes: Wikipedia; Christian in Sports

1 comentario:

MORTAL KOMBAT dijo...

muy buena pelicula.
muchas veces nos quedamos con elracismo solo en la piel o la nacionalidad pero hoy en dia tambien tenemos un "racismo" oculto que es la discriminacion de las apariencias si tenes on tatoo, piercing o si escuchas cumbia regeton o rokck. que de una vaez podamos entender que estamos unidos al cuerpo de Cristo y como dice galatas 3:28, que las apariencias no nos engañen porque todos somos uno en Cristo Jesus

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